"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 23 de enero de 2011

La Antártida, un objetivo de extremo interés

Barcos españoles e ingleses fueron los primeros que avistaron, en el siglo XVIII, las islas de la Antártida. Cien años más tarde, comenzó el descubrimiento y la exploración por parte de la Argentina.

En 1815, en una campaña para hostigar a los españoles en el Pacífico, la flota comandada por el almirante Guillermo Brown fue abatida por un temporal hacia el mar Antártico.
En su informe, Brown indicó la presencia de tierra cercana.
Por la misma época, cazadores de focas criollos se aventuraban a la Antártida en busca de pieles y aceites, pero la información sobre sus rutas y campamentos se mantenían en secreto por tratarse de una actividad muy competitiva.

La primera ley local en relación con la Antártida fue el decreto del 10 de junio de 1829, por el cual el gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, creó la comandancia política y militar de las islas Malvinas.
En él, disponía la protección y la conservación de la fauna en las islas adyacentes al Cabo de Hornos, es decir, las islas antárticas.
El 22 de febrero de 1904 se izó la bandera nacional en la isla Laurie, de las Orcadas del Sur, en una estación meteorológica comprada por el Estado a un expedicionario escocés.
Por decreto, el entonces presidente Julio A. Roca estableció el Observatorio Meteorológico Argentino y, de esa manera, se inició la ocupación permanente de la Argentina en la Antártida.
Durante las décadas del 50 y 60 se realizaron significativos avances: se instaló la Base San Martín; se creó el Instituto Antártico Argentino; se adquirió el rompehielos General San Martín (que en su primera campaña, en 1955, instaló la Base General Belgrano); se establecieron los límites del Sector Antártico Argentino; se creó la Dirección Nacional del Antártico y se realizó la primera expedición terrestre al Polo Sur, denominada Operación 90.

En 1959, en Washington, la Argentina y otros 11 países firmaron el Tratado Antártico.
Sumado a posteriores convenciones y protocolos, el tratado declara a la Antártida reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia, y dispone que ningún Estado puede ejercer soberanía sobre ese territorio.

Hoy, el país cuenta con seis bases de actividad permanente y siete de actividad temporaria, ubicadas en el Sector Antártico Argentino.

Esta zona es considerada por la Argentina parte del territorio nacional, pero también lo reclaman Chile y el Reino Unido.

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