"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 17 de enero de 2017

Esto es información (Parte V)

Quien suscribe había contraído nupcias en 1965 con un empresario de La Matanza.
En 1969 mi esposo logró un crédito hipotecario del banco de la Provincia de Buenos Aires para construir nuestra casa, la que habitamos en 1971 hasta su fallecimiento (2010)
Por entonces Eduardo Duhalde era guarda vida en un club de Lomas de Zamora.
Al contraer matrimonio con Hilda Beatriz González (Chiche) alquilaban un departamentito en el lugar.

Hasta el 19 de diciembre 2001, era una orgullosa ama de casa al cuidado de la familia.
Al ver a media mañana del día siguiente la brutal represión en Plaza de Mayo me uní a quienes salieron a las calles a golpear cacerolas y lo seguí haciendo todos los viernes mientras se sucedían los 4 presidentes.

El “ungido” presidente Duhalde sentenció en su discurso de asunción (2/01/2002)
- El que depositó pesos, recibirá pesos.
- El que depositó dólares, recibirá dólares.
Los cacerolazos continuaban y yo seguía yendo.
Continuaban arrojando gases lacrimógenos, momento en el que me retiraba.

El “ungido” había decidido vallar la plaza desde la pirámide hacia Balcarce
El viernes 25 de enero (víspera de mi cumpleaños) el “ungido presidente” ordenó la mayor represión desde la del 20 de diciembre.
Pero como había comenzado a diluviar los gases no me produjeron daños y permanecí cobijada en las recovas de la calle Bernardo de Irigoyen.
La mayoría se había marchado.
Quienes permanecimos seríamos una treintena.
Volvimos a la plaza a girar en torno a la píramide haciendo sonar botellas de agua vacías sobre las rejitas inferiores a la voz de : "Devuelvan los ahorros..."

Al tercer giro el jefe de policía que estaba a cargo del operativo (detrás de las vallas) se acerca y avisa que tiene “orden de reprimir”
No habíamos llegado a finalizar la vuelta cuando levantan las vallas y los policías parapetados detrás de sus escudos comienzan a avanzar hacia nosotros a la voz de:
- Se van, ¡hijos de puta!
Al quedar última en el giro hacia el obelisco, recibí un garrotazo en mi nalga izquierda por no avanzar lo suficientemente rápido para el gusto del policía.
Me asusté MUCHO.
Decidí no volver a ningún otro cacerolazo.
Me compré una computadora.
Se despertó mi vena literaria.
Y di comienzo a mi protesta con la pluma (teclado) y la palabra.
Y el “ungido” faltó a su palabra creando el DNU 214/2002 (3/02/2002) por el que nos confiscó inconstitucionalmente a 2 millones de ahorristas (el 80% de la tercer edad), la suma de 65.000 millones de dólares. (Suma equivalente a la deuda externa de Finlandia)

Continuará

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